-----HEATHER-----(BREZO)

   Para quienes están constantemente buscando la compañía de cualquiera, pues les resulta necesario discutir sus asuntos con los demás, quienesquiera que sean. Son muy desgraciados si tienen que estar solos por un tiempo.

 

Dr. Edward Bach   (Los 38 Remedios) 



  Heather está indicado para aquellos que están preocupados por sus situaciones personales o sus propias enfermedades, y son incapaces de mantener comunicación recíproca con otros. Alejan a los demás por su exagerado sentimiento de necesitar a otros. Exageran sus síntomas, o hace de una pulga, un elefante. Hablan de modo compulsivo y necesitan público a su alrededor, por lo que fuerzan a otros a detenerse para hablarles en detalle sobre sí mismos. Tienden a hablar rápidamente, cerca de la cara de la persona que escucha. 

   No les gusta estar a solas, pero no se dan cuenta de que los demás los evitan porque absorben la energía de otros, y porque muestran total falta de interés en los problemas ajenos. 

 

   El potencial positivo de Heather es la persona que sabe escuchar, generosa en su ayuda a los demás, desinteresada y comprensiva hacia los problemas ajenos. Las personas en estado positivo de Heather son capaces de utilizar su propio sufrimiento para establecer lazos de empatía con otros. 



  No debe confundirse con la érica de flores rojas. Florece entre julio y septiembre con flores azulado-rosadas, a veces blanca, en eriales, tremedales y planicies abiertas estériles.

 

Principio

 

  Heather está relacionado con dos cualidades del alma, la comprensión y el altruismo. En estado Heather negativo, el individuo no hace más que girar en torno de sí mismo y sus problemas. En ocasiones, irrita a quienes lo rodean con sus problemas, y hasta trata de resolverlos a sus costa.

   Este estado puede manifestarse en forma extroertida o introvertida, y transitoriamente se presenta en casi todas las personas.

   Un estado Heather crónico extrovertido puede adoptar carácter de revista humorística y se deja perfilar con la frase: "¡Vino, vio, habló!". Este tipo de Heather es calificado cortésmente por su prójimo como molesto, porque mata a cualquiera con su verborrea. En el caso agudo, tiene una necesidad casi obsesiva de autorrepresentación. Siempre necesita un público que tome conciencia de sus problemas tremendamente importantes o de sus hazañas diarias. Las personas en estado Heather negativo siente la necesidad casi invencible de liberarse de todo lo que experimentan y comunicarlo. No pasan cinco minutos sin que acaparen el tema de conversación en una reunión y lo encaucen con destreza hacia su persona.

  Si queremos escapar a su molesta necesidad de comunicación, sólo podemos proceder con brusquedad, pues el individuo en estado  Heather negativo no deja que la víctima se libere fácilmente de sus garras. Cuando habla con alguien se le acerca peligrosamente, y si el interlocutor retrocede para eludirle, lo persigue hasta dejarlo contra ka pared, y si es necesario lo agarra de la manga.

  Otros dos caracteres típicos de las Flores de Bach están particularmente a su merced: el Centaury, que no tiene la fuerza de voluntad para sustraerse a su intensa irradiación, y el mímulus, demasiado temeroso como para levantarse y marcharse.

   En caso extremo, a los caracteres Heather extrovertidos ni siquiera les interesa con quién hablan en tanto puedan hacerlo. Las personas de cuño Heather suelen contarle su historia clínica completa hasta a un desconocido que aguarda con ellas en una sala de espera. Cuando les falta el diálogo en su casa, sostienen largas conferencias por teléfono, en las que la mayoría de las frases comienzan con "yo".

   En definitiva, en el estado Heather todos los pensamientos e intenciones giran en torno al yo. A la persona que se encuentra en este estado no se le ocurre ni por asomo interesarse por las necesidades de su interlocutor. ¿Cómo se llega a una forma tan extrema de referencia a la propia persona?

   Una especialista inglesa en el sistema Bach describe acertadamente al individuo en estado Heather negativo como el needy child (niño necesitado) que depende de la atención y la dedicación de quienes le rodean.

  Los pacientes que con frecuencia requieren Heather, proceden en su mayoría de hogares muy fríos y desde su más tierna infancia tuvieron necesidad de afecto. Dado que su joven yo no recibió la debida dedicación y confirmación debieron tratar de cuidar por sí mismos su vida emocional, esta postura los ha acompañado también en la edad adulta. La verborrea de un carácter heather es, en primer lugar, una medida inconsciente de su personalidad para asegurarse y confirmar que en verdad existe. Se escucha a sí mismo, otros le escuchan, en consecuencia debe de existir sin duda alguna.

   Cuando en la fase de formación de su Yo, los niños cuentan mucho de sí mismos y de manera atropellada, estamos en presencia de una forma normal de estado Heather. Asimismo, la constante y extrema inquietud de la persona de tipo Heather, su proclividad a exagerar en lo afectivo y hacer de un mosquito un elefante, halla su explicación en esta postura infantil.

    ¿Qué puede ser peor para un "niño necesitado" que ser abandonado por quienes le proveen de energía? Dado que en el estado Heather negativo también como adultos vivimos de la energía de los demás, la soledad es lo peor que nos puede suceder.

   Lo triste es que las personas que le rodean rara vez reconocen este estado psíquico del niño, tanto más cuanto que los individuos Heather se esfuerzan por no parecer necesitados, sino soberanos y seguros. Por esta razón, la mayoría de las veces logran todo lo contrario con sus redoblados esfuerzos por tener contacto y reconocimiento. La gran presión con que se acercan a los demás obliga a éstos a retroceder involuntariamente. En consecuencia, la persona en estado Heather negativo repele la unión que tanto anhela y, a pesar de estar rodeada de público, se siente sola interiormente.

   El error en este estado reside de manera unívoca en el alejamiento de la personalidad de su Yo Superior y de la Gran Unidad. No se da cuenta que no necesita tomar por la fuerza aquello que viene a ella por sí solo cuando se deja guiar por las leyes del Yo Superior. Las personas en estado Heather negativo deben evolucionar del niño necesitado que sólo quiere tener, al adulto que también puede dar. Cuando apartan de sí mismos la atención y la energía y la encauzan hacia el mundo que les rodea y al Gran Todo, revierte hacia ellas, según las leyes cósmicas, una infinidad de energía, atención, dedicación y amor. De acuerdo con la experiencia, las personas en estado Heather positivo son tan buenas oyentes cono antes fueron buenas parlanchinas. Desarrollan una profunda intuición y, cuando la situación lo exige, están enteramente presentes para brindarse a los demás y entregarse sin excusas a una misión. Crean una atmósfera de confianza y fortaleza en la que los demás se sienten bien.

   El estado Heather puede manifestarse en múltiples formas. Si transcurre de manera introvertida, no se evidencia en absoluto la acentuada necesidad de hablar, pero aún cuando el individuo no diga mucho, los demás se sienten absorbidos por su actividad mental referida a la persona.

   De una manera transitoria, toda persona experimenta alguna vez el estado Heather negativo cuando un problema le preocupa hasta el extremo que, necesariamente, se ve abocado a desahogarse y a hablar sobre el asunto con alguien.

   Las personas que tienen sus primeras experiencias con la meditación o con alguna otra forma de la ejercitación mental, a menudo caen en el estado Heather, interiormente se enfrentan con tantos aspectos nuevos de su personalidad que les resulta imprescindible volcar esas experiencias al exterior para poderlas ordenar.

    En una observación superficial, el estado Heather podría confundirse a veces con Chicory, por el comportamiento del individuo con respecto al entorno. Sin embargo, se diferencian:

   Chicory: "La madre necesitad". Intenta mantener firmemente la relación con su entorno. Da, con la intención de recibir autocompasión.

     Heather: "El niño necesitado". Se aferra al entorno para reflejar en él su Yo. No da nada. Se concentra en sí mismo pero rara vez siente autocompasión.

 

Síntomas claves del estado Heather

 

   Ensimismamiento, ocupado enteramente consigo mismo, necesita tener público a su alrededor, el "niño necesitado".

 

Síntomas en estado de bloqueo

 

- Los pensamientos sólo giran en torno a los propios problemas; la persona se considera muy importante.

- Siente una necesidad interior de hablar con todos acerca de sí misma.

- Involuntariamente, acapara la conversación en una reunión y la encauza hacia su persona.

- Llevada por su insistencia pone a los demás contra la pared, los agarra de la manga para que no se le escapen.

- Necesita a su prójimo.

- No soporta estar sola.

- Tiende a exagerar en lo afectivo, hace de un mosquito un elefante.

- Le cuesta escuchar a otros.

- Se deja absorber enteramente por sus pensamientos y no tiene antenas para los demás.

- A veces aparenta ser más fuerte de lo que es y por lo tanto no provoca una inmediata simpatía.

- A menudo proviene de un hogar falto de vida afectiva. En su infancia ha sufrido necesidad de cariño.

- Con frecuencia manifiesta los síntomas Heather al comienzo del camino espiritual, cuando se ve confrontada con su yo y debe exteriorizar muchas vivencias interiores.

 

Potencial en estado transformado

 

- El adulto comprensivo con mucha intuición.

- Buen oyente, interlocutor interesado en las discusiones.

- El individuo puede ser absorbido enteramente por otra persona o una misión.

- Irradia fortaleza y confianza.

 

Recomendaciones para las personas en estado Heather

 

- Imaginar siempre el aura de la otra persona, en la que uno no debe infiltrarse.

- Ejercitarse en escuchar, esperar alguna vez con toda conciencia qué caerá en suerte espontáneamente.

- Comprometerse con los problemas del grupo: Ayuda a la comunidad, política comunitaria, etc.

- Frases de programación positiva:

  "Doy y me dan"

  "Lo que me conviene, revierte a mí"

  "Estoy a salvo en mí mismo"

  "Me uno a la corriente de energía divina".

 

 

Mechthild  Scheffer   (La Terapia Florar de Bach)