LA FUERZA

  Entonces uno de los ancianos me dijo: "No llores. El león de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos".

                                                                                       (Apocalipsis 5:5)

 

 

  Quién es ese León capaz de abrir el libro, y desatar los sellos, que: "Ninguno, ni en el cielo, ni en la tierra, ni más allá de la tierra, podía abrir", "ni mirarlo".  

  


 

"El coraje del león es la sabiduría de Dios"

                                                William  Blake

 



Del libro "Introducción al Tarot" de Paul Foster Case.

(Debemos tener presente que este autor atribuye a este Arcano el número 8 y al Arcano de la Justicia el número 11)



La clave 8 nos lleva de regreso a la naturaleza lejos de las asociaciones del artificio humano relacionadas con la clave 7. La letra atribuida a esta pintura es Teth ( f ) que significa “serpiente”. Así que en la clave 8 hay un eco de lo que hemos visto en la clave 6, donde una mujer y una serpiente forman parte del diseño.

En manuscritos antiguos, la letra Teth semejaba una serpiente con su cabeza vuelta hacia la izquierda y su cola enroscada hacia arriba, sobre el lomo. Algunos rostros de esto persisten en la forma moderna de la letra arriba mencionada. Sí que esta letra y su clave del tarot, están evidentemente relacionadas con el simbolismo sumamente complejo de la serpiente, que encontramos en tantas formas la lo largo de toda la literatura de la Sabiduría Eterna.

Todas las asociaciones simbólicas de la serpiente con el mal, tentaciones antagónicas a Dios, o al hombre y semejantes, deben entenderse como el resultado del abuso ignorante que el hombre hace de una fuerza que, debido a que tiene un movimiento ondulatorio y también porque tiene forma espiral o enrollada, es tipificada por la serpiente. Sin embargo esta misma fuerza es el instrumento de la liberación del hombre, siempre que la entienda y la use correctamente.

En relación con esto, dos símbolos principales de esta fuerza, la serpiente y el león, aparecen en la Biblia como emblemas del adversario y también como símbolos del Redentor. La Teología exotérica comete el error de suponer que

el redentor y el Adversario son dos antagonistas irreconciliables. Aquel que puede leer entre líneas, siguiendo las múltiples insinuaciones dadas en la Biblia, descubrirá la verdad de que la misma fuerza que el sabio emplea para alcanzar la libertad de toda especie de limitaciones es, también, la misma fuerza que nocivamente dirigida es causa de toda miseria humana.

Las serpientes son temidas casi universalmente y así lo es el poder que representan. Son peligrosos al hombre y a menudo causan su muerte, pero ha sido descubierto recientemente que el veneno de la cobra tiene buenos usos que el hombre nunca sospechó mientras cedió al instinto natural de matar serpientes inmediatamente las veía. Similarmente, la fuerza que la serpiente simboliza es extremadamente peligrosa y en algunos casos mortalmente venenosa. Por esto es natural que todas las religiones exotéricas hagan de la serpiente un símbolo del demonio. Esta es una razón para que la Biblia haga énfasis en el peligro de negar la existencia real del demonio. Nos advierte repetidamente contra la falsedad del optimismo fácil, de creerse protegido contra toda adversidad por el tonto e infantil recurso de declarar que el adversario no existe.

Hablar de victoria es sin sentido a menos que haya un antagonista real que vencer. Aun hasta un juego de bridge sería absurdo si no hubiese lados opuestos.

Así, que cuando tratamos con los múltiples problemas de la vida humana, nada puede ser mas ridículo que creer que podemos escapar del peligro pretendiendo que no existe. Nunca podemos resolver problemas si nos les hacemos frente.

Tampoco podemos resolverlos con esfuerzos vanos por destruir sus causas. Como se hace con las serpientes venenosas , o con las malezas venenosas, las causas del mal deben ser vencidas y vencer un adversario es hacerlo un aliado.

En la Clave 6, la serpiente de tentación está enroscada alrededor del árbol detrás de Eva. En la clave 8, la misma fuerza está representada por u león rojo pero éste se encuentra ahora domesticado por la mujer que abre su boca. Es decir, ella le hace articular, le otorga lenguaje. La Idea aquí es que cuando quiera que comprendemos algún poder, aparentemente adverso, le podemos domar y hacerlo, un instrumento a través del cual podremos expresar y realizar nuestras aspiraciones humanas.

Paso a paso el progreso de la ciencia conduce las fuerzas mudas y brutas de la naturaleza a quedar bajo el control del pensamiento humano expresado en palabras. Durante milenios el rayo fue solamente un signo de Muerte repentina y el trueno fue mal interpretado como la voz de un Dios encolerizado. Hoy el mismo relámpago lleva la voz humana, con la reverberación y éxito universales como Eliphas Levi profetizó que ocurriría, cuando el hombre empezara a dominar la fuerza sutil simbolizada por la letra Teth y por él león de la Clave 8.

La ley es simple. Es la ley de que la subconsciencia es siempre y completamente dócil al control por sugestión originadas al nivel de la autoconsciencia. En la Clave 8 esto está indicado por el hecho de que la mujer lleva un manto blanco, semejante al que lleva el Mago y que tiene sobre su cabeza la misma figura horizontal 8 mostrada en la Clave 1.

Todo lo que significamos por substancia, como aplicado al material básico del cual están construidas todas las variedades de formas de nuestro medio ambiente, se ha demostrado, en nuestros laboratorios de física, que no es "sino" energía radiante, fundamentalmente electromagnética. Esta fluye de nuestro sol para proveer energía física a todo nuestro sistema de mundos.

De esta energía están construidas todas las cosas que nos rodean. Según la comprendamos ahora, esta energía es una masa de, partículas muy finas, u ondas, moviéndose a terríficas ratas de velocidad.

Las partículas fundamentales son todas semejantes. Los electrones, iones, neutrones, etc. en un átomo de plomo no difieren en ningún particular de los de un átomo de oro. Aquellos que entran en la composición de su cuerpo no son diferentes de los que hacen los materiales de los muros de su casa o de las piedras y cementos de las aceras.

Toda forma tomada por esta materia en nuestro medio ambiente terrestre es una forma de vida y por tanto una forma de consciencia.

La ciencia exotérica no ésta completamente lista para admitir esto, pero se aproxima cada año. La Sabiduría Eterna lo ha declarado desde tiempo inmemorial. Todo vive. Las formas inorgánicas, tanto como las orgánicas, están formadas de esta "electricidad vital", que ciertos ocultistas Orientales llaman Fohat, y la cual, declaró la Señora Blavatsky, está representada por la letra Teth.

Donde, quiera que hay vida, hay algún grado de consciencia. La consciencia latente en los minerales y vegetales nos parece inconsciencia, pero los mejores informes de los sabios repudian el término inconsciencia y por esta razón nosotros usamos la palabra subconsciencia para designar los niveles de consciencia inferiores a la consciencia humana de un Yo o Ego. La ley que hemos mencionado en la página 2, dice que todo nivel de consciencia, por debajo de Ia autoconsciencia humana, responde invariable y automáticamente a sugestione originadas al nivel de la autoconsciencia. Puesto muy sencillamente, esto significa que la energía que toma forma como toda cosa en nuestro medio ambiente puede ser controlada directamente por nuestros procesos mentales. A través del pensamiento y de la imaginación, el hombre puede imponer su voluntad sobre cualquier cosa que le rodea.

Puede hacer esto Indirectamente imaginando varias combinaciones de cosas ajenas a su cuerpo. Sin embargo, aun aquí es la mente humana la que percibe las posibilidades de tales combinaciones después de la observación cuidadosa de lo que sucede en algún campo de investigación.

Las máquinas son formas de pensamiento materializadas por lo imaginación humana. Lo mismo que una silla es la proyección en manifestación física de la idea de sentarse, un aeroplano es la proyección del pensamiento de volar. Cuando el hombre imagina verdaderamente como resultado de seguir los pasos descritos en el Tarot por las claves 0 a 7, la naturaleza toda responde a sus ideas y le trae una mayor medidas de libertad, un mejor dominio sobre las cosas y fuerzas que rodean su cuerpo.

Hay hombres y mujeres que han progresado mas allá de este control indirecto de la luz astral. Ellos utilizan varios Instrumentos para sus obras y algunos de los instrumentos no tienen conexiones obvias con los resultados alcanzados.

El Tarot es une de tales instrumentos. Esta introducción es apenas el principio de una serie de pasos qué conducirán a los estudiantes perseverantes un punto donde serán capaces de utilizar esté invento extraordinario paro producir resultados específicos, afectando las condiciones físicas de su medio ambiente, resultados que podrían parecer absolutas imposibilidades si fuésemos tan tontos de enumerar algunos aquí. Además, debido a que el Tarot desarrolla los poderes latentes más profundos de la subconsciencia, es uno de los medios los cuales usted puede ser conducido a la capacidad de dirección hábil de sí mismo, que Eliphas Levi tenía en mente cuando dijo, hablando de la luz astral: "La voluntad de los seres inteligentes actúa directamente sobre esta luz y por su medio sobre toda la naturaleza, la que se sujeta a modificaciones de la inteligencia."

Debido a que el significado interno de la Clave 8 conduce a algunos de los más importantes secretos prácticos del ocultismo somos cautos en nuestra exposición de esta pintura. Sin embargo, hay un punto que deseamos acentuar. El león es conducido por una cadena de rosas quieren decir exactamente lo que significan en las Claves 1 y 3. Son símbolos del deseo y este es deseo cultivado. Lo que se quiere significar por el hecho de que en la Clave 8 están entrelazadas en una cadena, es que los niveles subconscientes de actividad de la energía cósmica radiante son controlados por el uso coherente, sistemático y disciplinado, de deseos conexos, expresados en imágenes claras.

Al mirar la Clave 8 evocará de su consciencia Interna la comprensión de la verdad de que se encuentra actualmente en contacto con una fuente de poder inagotable y siempre a su disposición. Simple, como es la pintura, le comunica la verdad acerca de su relación con todas las fuerzas que constituyen su medio ambiente. Le dice que aquello que la ignorancia teme como adversario maligno es realmente su aliado mas potente.

A medida que la use, evocará una disposición de ánimo, de valor, de confianza. Para los principiantes, esta es la más importante aplicación práctica de la clave 8. Inténtelo y encontrará que cuando quiera que se encuentre deprimido, o algo asustado por alguna apariencia en su mundo personal, una mirada a esta pintura levantará su espíritu y disipará sus temores.


 

Tarot Aleister Crowley

 

(Del libro: "Manual para el Tarot Thoth de Aleister Crowley" de Gerd Ziegler)

 

El Deseo


  Palabras claves: Leo; pasión; creatividad polifacética, talentos; fuerza; integración de los poderes animales; superación de miedos y condicionamientos.

 

  El nombre tradicional de esta carta es "Fortaleza". Crowley le dio un nuevo título porque su significado englobaba mucho más que la palabra "Fortaleza" en su definición habitual. El Deseo es más que mera fuerza vital. Comprende tanto la pasión como la alegría, así como el placer de experimentar poder. Una mujer montada encima de un león alza en su mano derecha el Santo Grial, envuelto en las llamas de la vida y la muerte.

  Esta carta representa la intoxicación divina y el éxtasis cósmico. La mujer está completamente extasiada; el león también está ardiendo de deseo. Sus siete cabezas son las de un ángel, un santo, un poeta, una adúltera, un hombre audaz, un sátiro y una serpiente-león. Éstas simbolizan los distintos aspectos y actitudes que se integran y se combinan para conseguir una verdad holítica en una experiencia orgiástica. Están libres de la moralidad y la lógica opresoras. La energía que vemos aquí equivale al poder sin frenos del orden creativo original.

  El animal interior no se doma ni se integra por la fuerza y la represión sino mediante la aceptación y la sumisión. El poder resultante vence a los viejos temores y condicionamientos coartadores, representados por las manos dobladas y las figuras de los santos que se ven al fondo.

  Los diez círculos radiantes esparcidos detrás de la mujer y del león representan el paso de las viejas ideas morales, que ahora son reemplazadas por los diez círculos nuevos en la parte superior del dibujo. Éstos son un símbolo de la nueva luz, que se dispersa en todas las direcciones, como si fuera una serpiente, para destruir y volver a crear el mundo. Este proceso de nueva creación también se refleja en la cola del león: una serpiente con cabeza de león.

  La mujer mira hacia la urna llena de fuego. Está completamente absorta en la fuerza de la transformación inherente a la sumisión consciente y completa. Este es el secreto del tantra, la conciencia de que la unión aprovecha cada momento y acepta cada aspecto de la vida sin rechazar nada.

   El Deseo sólo descubre su valioso potencial creativo cuando uno ha participado en todos sus aspectos. De esta manera, puede entenderse y utilizarse para el despertar personal. El camino hacia la trascendencia lleva por todos los aspectos de lo terrenal.

 

Interpretación: Cuando estés preparado para aceptar todo lo que hay dentro de ti, podrás moverte con la máxima energía y con capacidad de sentir, ser consciente, amar y comprender.

 

Pregunta: ¿Qué áreas de tu vida quieres experimentar más plenamente? ¿Qué es lo que te ha impedido hacerlo en el pasado? ¿Estás listo para intentarlo de nuevo?

 

Sugerencia: Haz un esfuerzo consciente por aceptar todo lo que tienes dentro de ti. Muchas veces experimentamos el amor, la tristeza, el dolor, el enfado o la angustia como meros impedimentos porque no hemos aprendido a aprovechar el potencial de estas emociones.

 

Afirmación: Disfruto de todos los aspectos de mi vida.

 


Tarot de Oswald Wirth

 

(Del libro: "La sabiduría del Tarot" de Elisabeth Haich)

 

La Fuerza


  Encontramos aquí a la rubia reina de los cielos con su corona de oro que, en esta  ocasión, tiene cinco puntas que simbolizan el número del logos creador. Esta corona está colocada sobre un casquete que, al igual que el de el Mago, forma el signo de lo infinito. La parte derecha del sombrero, ribeteada de rojo, está forrada de hojas de laurel en oro, signo de la victoria. La trencilla de la parte izquierda interna es verde.

   El amarillo de la corona y del sombrero significa que esta criatura femenina se manifiesta a través de su inteligencia y su razón. Los antebrazos son también amarillos. Actúa por tanto con prudencia, bondad y comprensiónm quedando simbolizada esta bondad por las mangas y los puños verdes. Lleva una túnica azul cielo ceñida de rojo y, por encima, un gran manto rojo. La túnica azul cielo representa la fe pura y la confianza en Dios. La fe y los sentimientos están sometidos al control del espíritu. El gran manto rojo, abierto y que cae hasta el suelo, simboliza el espíritu en continua vigilancia que envuelve a esta mujer, para que nadie pueda caer en la cuenta de su realidad interior, delicada, sensible y amable, y tal vez abusar de ella.

  A su lado, se encuentra un león de fuertes patas. Sus fauces son mantenidas abiertas por las dulces manos de la mujer. El animal tiene fuertes colmillos, pero no puede morder a la mujer, porque mantiene abiertas sus fauces; no puede rebelarse. Ella por su parte lo consigue sin esfuerzo. Es tal su fuerza, que resulta un juego mantener bajo su control  a este poderoso león.

  ¿Cuál puede ser esa fuerza, superior a la del más fuerte de los animales, el león?

   Esa fuerza, la mayor del mundo, es la fuerza del AMOR que todo lo vence y a la que nada se resiste.

 

   El hombre que en la carta anterior luchó contra su destino para llegar por fin a la sabiduría de la esfinge, ha aprendido mucho. Se ha enriquecido también con experiencias que no se relacionaban directamente con ese destino, pero sin las cuales no habría podido llegar a la meta. Tuvo que aprender la perfecta neutralidad hacia su prójimo, a pensar y sentir de forma imparcial, para poder resolver todos sus problemas personales, hasta los más rutinarios. Pero ¿cómo pudo llegar de repente a tal objetividad? Sólo había un método para eso: aprender, en su fuero interno, a ponerse en el lugar de los que estaban a su lado, a hacer suyos sus puntos de vista. De repente, las cosas aparecieron bajo un prisma totalmente distinto. Por consiguiente, ya no se impacientó ni se enfadó. Pudo, con toda OBJETIVIDAD, reflexionar tranquilamente sobre un problema y encontrar su solución.

  En primer lugar, aplicó este método de forma racional. Cuando algo le contrariaba, respiraba conscientemente en profundidad y pensaba: "Calma, nada de nerviosismo. Tratemos de ponernos en el lugar del otro, cuya opinión no puedo todavía compartir. Veamos dónde está la verdad y quién de nosotros dos tiene razón." Se puso real y conscientemente en el lugar del otro. Con objetividad, pudo plantearse la cuestión, reflexionar sobre ella y aportar una solución  satisfactoria para ambos. Después llegó el momento en que no fue necesario razonar, ni respirar profundamente para mantener la calma. Sus nervios aceptaron muy pronto la disciplina impuesta por la razón. Cuando se encontraba en una situación que exigía ponerse en el lugar del otro, podía, de manera imparcial y con éxito, restablecer la situación sin tener que calmarse previamente. Sus allegados admiraban esta serena tranquilidad y la respetaban. Pero en el nivel del Ermitaño había aprendido a callarse. Por eso ahora no explica las grandes verdades a los que aún no están maduros. Ha de tener cuidado para no "echar margaritas a los puercos", como dice la Biblia; como el apóstol Pablo, "aprende a hablar muchas lenguas". Ya no ambiciona ser comprendido  por los que lo rodean, es él quien comienza a comprender a los demás. Se da cuenta de que los demás, con su manera de vivir y su destino, comienzan a interesarle. Ahora bien, interesante significa que ya se comienza a amar. Esto no llega por la fuerza de la voluntad, sino que vien de uno mismo. Ha tenido que admitir que el amor es independiente de la voluntad. O amamos o no amamos; eso no depende de nosotros. Y un día, sin que lo haya pretendido, ha comenzado a querer a los demás. Al principio, obraba "como si" el amor presidiese sus actos. Pero comprendió cada vez más  a los otros y dejó de serle necesario actuar "como si" el amor lo guiase, pues era una realidad la presencia del amor y el interés. Es curioso observar que ahora se reconoce en cada uno, incluso en el que, todavía primitivo, está en el nivel inferior. Es consciente de que estuvo una vez en ese estadio. La lucha de los hombres le recuerda sus propias dificultades del comienzo. A través de los demás, ha aprendido mucho sobre sí mismo. Cada ser es otro él mismo, un reflejo, a veces incluso una caricatura, pero sustancialmente, él mismo. El amor es la fuerza interior que tiende a la unidad, y comienza entonces a amar a los hombres, a los animales, a las plantas, a todo el universo. Se siente uno con todo lo que vive. Este amor no tiene nada en común con el sentimiento inferior del amor, la sexualidad. Está todo él en el corazón, procede de una unidad espiritual. Este amor es la fuerza más poderosa del mundo. El amor es la vida, el amor es el SER. Y el SER eterno es DIOS.

   El que está penetrado del verdadero amor no necesita tener siempre la sonrisa en los labios. El amor no es ni sentimentalismo, ni bienestar. NO hay necesidad de hacer demostración del mismo. El que vive dentro de sí el amor real lo mostrará con hechos, pero no se planteará nunca el querer demostrarlo. El amor debe ser simplemente la causa profunda de sus actos. El sol no se propone difundir la luz y el calor, sino que los irradia simplemente. En el undécimo escalón de la conciencia, el hombre irradia amor y calor y, a través de ellos, triunfa sobre todos los seres vivos, sobre el mundo entero. Sí, incluso sobre el león, ¡el rey de los animales! Cada uno  de nosotros conoce el león de nuestros sueños. Lo mismo que en esos sueños, el león simboliza las poderosas fuerzas del cuerpo y los dos grandes instintos que se manifiestan por el cuerpo.

   La carta nos muestra un león domesticado, no vencido. La mujer aún debe retenerlo, no puede dejarlo. El león está ya bajo el impero de la fuerza, de la manifestación más poderosa del espíritu, bajo el imperio del AMOR.

   La undécima carta del Tarot lleva la suma del número 11, la cifra 2 con el cero, símbolo del espacio infinito, es decir el número 20, y la letra KAF. Hasta ahora, sólo habíamos encontrado cifras aisladas. Desde la primera década, tenemos números de dos cifras que sumamos según el método cabalístico para obtener con ellos la suma. La suma de 11 es 2, que nunca puede presentarse en una unidad. Como esta cifra, el número 20 es también una repetición puesto que el cero no cuenta en la reducción cabalística. Así es como KAF es también una letra doble del alfabeto hebreo.

  La imagen de la FUERZA presenta dos elementos: el vencedor y el vencido. El vencedor está representado por esta hermosa mujer cuya mayor fuerza es el amor. El vencido es el león que, por su cuerpo y los dos grandes instintos de su ser físico, simboliza la mayor resistencia al espíritu. A estos dos factores, les podemos llamar fuerza y vitalidad. La fuerza del amor y la vitalidad del cuerpo, igualmente importantes; pero la fuerza del espíritu, el amor, debe dominar sobre la vitalidad del cuerpo.

   La letra KAF corresponde al nombre Chabir (El Poderoso) que caracteriza el "primer cielo" y la primera causa que pone en movimiento todo lo que cambia.  La significación jeroglífica de la letra KAF es la mano del hombre que sugiere la idea de un asidero sólido. Por eso, todo lo que es fuerza se corresponde con esta letra.

 


 


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