Saber conformarse

El Tao Te Ching e Impatiens

  El Tao te Ching es uno de los más importantes libros de la literatura clásica china, escrito por Lao Tse "Viejo Maestro" hace aproximadamente unos 2.500 años. 

 De este joya del espíritu extraigo hoy el capítulo 46 que nos habla sobre el control de nuestro mundo interno, para que esas fuerzas que nos mueven se pongan al servicio de la Creación y de la Paz y no anden como "caballos desbocados" sembrando la discordia y el desasosiego. 

 

Este es la traducción del texto:

 

Cuando el Tao reina en el mundo
los caballos de guerra acarrean estiércol. 
Cuando no hay Tao en el mundo
los caballos de guerra abundan en los arrabales. 
No hay mayor error que  consentir los deseos.
No hay mayor desgracia que ser insaciable.
No hay mayor vicio que ser codicioso.
Quien sabe contentarse
siempre está saciado.

 

  Qué relación tiene este texto con la Flor que mencionamos en el título, Impatiens.

  Impatiens está relacionada con las cualidades anímicas de la paciencia. En estado negativo, en un estado de impaciencia la persona se vuelve irritable e intransigente consigo mismo y con los demás, sus fuerzas interiores quedan al libre albedrío sin control ni equilibrio y como consecuencia esa persona va sembrando y fomentando el desorden y la guerra por donde quiere que camine.

  Para esta persona todo debe ir rápido, a menudo a un ritmo que los demás no pueden seguir, con lo cual va creando discordia y malos entendidos.

  Saber adaptarse a los ritmos de la vida es saber tener el control de nuestras propias fuerzas para poderlas poner al servicio de la existencia.

   A eso nos ayuda este remedio, a ser tolerantes, pacientes, respetuosos con el ritmo normal de la vida.

   Impatiens nos ayuda a transmutar la exigencia en cooperación.