LARCH (ALERCE)

   Para quienes no se consideran tan aptos o tan capacitados como quienes le rodean; esperan el fracaso, sienten que nunca harán nada bien, y por eso no se arriesgan ni se esfuerzan por tener éxito.

 

Dr. Edward Bach  (Los 38 Remedios)



     Larch es para la falta de confianza, para las personas que ni siquiera lo intentan  porque están convencidas de antemano que fracasarán. Sufren de sentimientos de inferioridad. Secreta e internamente conocen su habilidad potencial, pero rehusan reconocerla, evitando así el riesgo de fracasar. 

   Este remedio también sirve para las personas que carecen de confianza antes de un examen, una entrevista, o prueba para el permiso de conducir, etc. (ver también Rescue Remedy).

 

   El potencial positivo de Larch se expresa en personas que son resueltas, capaces, con una noción realista de autoestima, sin preocupaciones por el fracaso o el éxito. Son conscientes de su potencial y se esfuerzan para alcanzarlo. Son capaces de tomar iniciativas y riesgos, y rechazan la frase "no puedo". Utilizan su sentido crítico con sensatez.



     Este árbol ralo que alcanza hasta 30 metros de altura, crece con preferencia en las colinas y en las lindes de los bosques. Las flores masculinas y femeninas se desarrollan en un mismo árbol, se abren al mismo tiempo, y las agujas se ven como diminutos pincelillos verde claro.

 

Principio

 

   Larch está relacionado con la cualidad anímica de la confianza en sí mismo. En estado Larch negativo, de antemano nos sentimos inferiores a otras personas.

   El individuo no duda siquiera de las propias aptitudes, ya que está afectivamente convencido de su incapacidad. Como al parecer sabe con certeza que no logrará realizar determinadas cosas, tampoco lo intenta seriamente. De este modo se priva de lo más hermoso que la vida le ofrece, es decir, de la posibilidad de aprender a cambiar una y otra vez a través de las nuevas experiencias, y de vivir realmente con toda intensidad. La personalidad no se desarrolla, sino que se empobrece. Como resultado queda un sentimiento de desaliento y una melancolía, experimentados como subliminales.

   El error consiste en este caso en que la personalidad se aferra demasiado a experiencias negativas pasadas, en lugar de dejarse guiar con confianza por su Yo Superior, consciente de que los éxitos y los fracasos son valiosos en igual medida.

   Si en la vida de muchas personas se convierte en un problema reconocer sus propios límites, en el estado Larch ocurre exactamente lo contrario. De antemano, aceptan como lógicos determinados límites, aún más los dan por descontado y al chocar con ellos, cesa toda actividad.

  Con frecuencia,  los caracteres Larch dan la impresión de ser muy "razonables" y justifican con aparente lógica por qué no saben o no quieren realizar determinadas cosas: "A la larga, en mi calidad de mujer no tengo ninguna oportunidad"; "No he cursado el bachillerato como las demás"; "Me gustaría, pero ya sé que no lo lograré...".

   Los fundamentos de estos auténticos complejos de inferioridad se generaron en la mayoría de los casos ya durante la lactancia, si no antes. Con frecuencia, el bebé ya succiona con la leche materna las posturas negativas de los padres. La expectativa de fracasar actúa, por así decirlo, como un automatismo incorporado que se refuerza con cada nuevo fracaso, y al mismo tiempo provoca más fracasos. Un círculo diabólico.

   Igual de fina que la estructura de Larch, es también la del alma de las personas que necesitan Larch con frecuencia y no siempre poseen la fuerza y la resolución para ponerse a la defensiva respecto a estos programas negativos en su interior. Es una pena, porque en su mayoría no sólo están tan capacitados como los otros, sino mucho más.

   Un ejemplo típico: la ayudante del jefe de compras de una cadena de almacenes, donde empezó como secretaria, prueben el curso de los años ser más eficiente y capaz en su actividad que su superior. Al quedar vacante el puesto de jefe de compras en otra sección, colegas bien intencionados le aconsejan postularse para el cargo, pero ella rehúsa so pretexto de tener sólo la preparación de una secretaria, un argumento que bajo una consideración más realista de su preparación actual carece por completo de fundamento.  Al mismo tiempo, cita admirada el caso de una amiga que se atrevió a dar un paso análogo y supo salir adelante. En sus palabras no se percibe envidia (Holly) ni resentimiento (Willow), sino sólo una modestia que a sus colegas les parece improcedente, una falsa modestia que pretende encubrir su anhelo desconocido del propio desarrollo.

  La energía Larch ayuda a liberar las ideas fijas de la personalidad, limitadas por ella misma y a desplegar aptitudes desaprovechadas. De alguna manera, de pronto se ven las cosas con "mayor agilidad" y se consideran otras alternativas. Se toma la iniciativa con resignada conciencia de que el resultado puede ser positivo o negativo, no sobreestimándose ninguna de las dos posibilidades. La frase "yo no puedo" es borrada del repertorio. Analizando en adelante las cosas con espíritu crítico, pero con una postura básicamente positiva, se pueden manejar casi todas las situaciones. Se desarrolla un punto de vista muy humano que mantiene al propio yo en el equilibrio correcto.

   En la práctica, Larch se emplea tanto como remedio de larga duración como en el tratamiento de trastornos pasajeros de la conciencia de sí mismo. Se ha demostrado su eficacia, por ejemplo, ante un examen, en procesos de divorcio en los que frecuentemente la conciencia de sí mismos de cada miembro de la pareja ha sufrido un golpe bajo, y en niños que nos estimulan ante nada y que pretenden que papá y mamá les defiendan.

   Algunos terapeutas han recogido buenas experiencias en el tratamiento de alcohólicos que "beben para olvidar que no son tan eficientes como otros"; también en el tratamiento de trastornos de impotencia, con típica postura a la expectativa de volver a fracasar.

 

Síntomas claves del estado Larch

 

  Expectativa de fracaso por falta de confianza en uno mismo, complejo de inferioridad.

 

Síntomas en estado de bloqueo

 

- De antemano, sentimiento de inferioridad con respecto a otras personas.

- La persona no se anima a hacer lo que admira en otros.

- Básicamente, espera los fracasos.

- Está firmemente convencida que no lo podrá lograr y por eso ni lo intenta.

- Titubea y es pasiva por falta de confianza en sí misma.

- Pretexta enfermedad, para no tener que emprender alguna acción.

- Falsa modestia por falta de confianza en sí misma.

- Se siente inútil e impotente.

- En la escuela, los niños se sienten fracasados.

 

Potencial en estado tranformado

 

- Ataca las cosas con un sentido realista.

- Persevera, aún a pesar de los reveses.

- Está en condiciones de evaluar las situaciones con frialdad.

 

 

Recomendaciones para las personas en estado Larch

 

- Dejar claro que cada cual experimenta lo que piensa.

- Tener en cuenta que, según el dicho, "en todas partes se cuecen habas".

- Buscar nuevas experiencias, personas, entretenimientos para conocer siempre nuevas facetas de la propia personalidad.

- Frases de programación positiva:

  "Abandono todas las ideas delimitadoras";

  "Puedo hacerlo. Quiero hacerlo. Lo hago";

  "Cada día es un nuevo comienzo";

  "Desarrollo más y más mi personalidad".

 

 

Mechthild  Scheffer   (La Terapia Florar de Bach)